"Necesitamos sentarnos a imaginar, conceptualizar y prototipar un mundo diferente"
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"Necesitamos sentarnos a imaginar, conceptualizar y prototipar un mundo diferente"
El ITESO abre la Maestría en Diseño Estratégico e Innovación Social para formar profesionales que propongan formas de producción y articulación económica, social y ambiental que favorezcan la redistribución de la riqueza y un desarrollo más sustentable.
Érika Torres
La innovación en los diferentes sectores productivos para brindar mejores servicios a las personas, organizaciones e instituciones es un tema que ha cobrado mayor importancia en los últimos años. Hacerla posible cuidando la reducción del daño ambiental y de forma que contribuya a la construcción de una sociedad más humana y justa es una de las intenciones de la Maestría en Diseño Estratégico e Innovación Social del ITESO, la cual comenzará a impartirse a partir de agosto próximo.
Raúl Díaz Padilla, coordinador el posgrado, comenta que el objetivo de la maestría es formar profesionales con capacidades de articular procesos de diseño estratégico para generar conceptos que tomen la forma de productos, servicios, experiencias y/o procesos innovadores.
En el contexto de esta maestría el diseño estratégico se define "como una perspectiva profesional que se soporta sobre cinco principios fundamentales que le dan sentido y pertenencia en un mundo complejo", puntualizó.
El primero de estos principios es el que pone a las personas y sus necesidades en el centro de un proceso de diseño. El segundo se refiere a una visión ecosistémica, que consiste en entender que vivimos en un planeta que se nos está agotando y que tenemos que cuidar de él y sus ecosistemas para evitar su degradación. El tercero está relacionado con el hecho de reconocer que todas las formas de conocimiento son válidas y que es necesario articularlas para atender la complejidad de los problemas de una manera más integral, con la participación de diferentes disciplinas y destinatarios del diseño en los proyectos. El cuarto fundamento entiende el valor de la innovación social, ambiental y económica en la generación de soluciones.
"Estos principios están delimitados por un quinto, que se refiere a la toma de conciencia crítica de un mundo que se encuentra en una transición civilizatoria que representa el umbral de un presente en crisis. Es decir, el futuro no es lo que solía ser", apunta el académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU).
Otra de las finalidades de este posgrado es "fortalecer las competencias de los sectores productivos de la región, principalmente los de la manufactura y la transformación", señala.
No es la primera vez que el ITESO echa mano de la aplicación práctica de proyectos de diseño estratégico. Uno de los ejemplos en los que se ha trabajado de esta manera, y que ha dado resultados positivos, es el programa "Mentoría PYME", que el Centro Universidad Empresa (CUE) lleva a cabo junto con el corporativo de BanRegio y el Small Business Development Center.
"Hasta 2018 (en el programa) se había asesorado a 903 pequeñas y medianas empresas y en el caso de muchas de ellas se desarrollaron estrategias de diseño de productos, de servicios o mejoramiento en sus procesos de producción", comenta Díaz.
Los sectores que se han visto beneficiados de este programa del CUE son: servicios (36.9 por ciento), comercio (18.3 por ciento), manufactura (10 por ciento), construcción (8.3 por ciento), alimentos (7 por ciento), logística (4.7 por ciento), tecnología (4.5 por ciento), automotriz (2.8 por ciento) e Infraestructura (1.9 por ciento).
"Con estos ejemplos puedo decir que prácticamente todos los sectores productivos que se encuentran organizados en el Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, en Mipymes, o bien en pequeñas organizaciones sociales productivas como artesanos, cadenas productivas de comercio justo o comerciantes de productos orgánicos son susceptibles de verse beneficiados con profesionales en diseño estratégico", enfatiza.¿
El coordinador explica que es necesario que los profesionales del diseño estratégico tengan habilidades de pensamiento crítico para entender mejor los contextos de las problemáticas que van a atender, así como contar con el conocimiento de diversos modelos económicos alternativos para colocar los proyectos de diseño en esquemas que ya funcionan, a fin de articular de forma distinta el desarrollo productivo.
Esto significa que el profesional del diseño estratégico tendrá capacidades para articular propuestas ecosistémicas desde las que analizará los ciclos de vida de los productos, servicios o procesos, y los evaluará en términos de impacto social, ambiental y económico.
En el programa "participamos especialistas en diseño, pero también en procesos participativos, antropología social, economía solidaria, innovación, desarrollo empresarial, física aplicada, ingeniería para la calidad, sociología y comunicación de la ciencia", explica Díaz.
Otra característica de este programa es que se planteó desde la vinculación con las realidades de los sectores productivos de la región proponiendo mantener los Trabajos de Obtención del Grado (TOG) vinculados con escenarios de intervención que den respuesta a necesidades de algún sector en dificultad.
Entre las realidades que este posgrado busca atender están las de tipo cultural, por ejemplo empresarios que desean ver un retorno inmediato de la inversión, sin considerar importante hacer inversiones a largo y mediano plazo, especialmente en sectores del mueble, del calzado o la agroindustria.
Otra realidad es la que sufren las micro, pequeñas y medianas empresas que pese a aportar 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y contribuir con la generación de 72 por ciento de los empleos en el país, tienen un alto riesgo de no sobrevivir después de los dos primeros años de haber sido creadas.
"Nos preocupan también los pequeños productores que viven constantemente en condiciones de supervivencia: artesanos, pequeños productores agrícolas, algunas empresas familiares, entre otros", explica el académico. ¿
"En este sentido, el programa tiene una línea de trabajo que llamamos Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI)" señala el coordinador. En ella se desarrollan los proyectos de intervención acompañados por un comité tutorial en el que participarán académicos de tiempo fijo y especialistas externos, con miras a incluir asesores de los sectores productivos a los que se acompañe en el desarrollo de estrategias y procesos de innovación.
"Necesitamos sentarnos a imaginar, conceptualizar y prototipar un mundo diferente, y creemos que el diseño y la innovación social pueden jugar un rol importante para repensar la definición de nuevas formas de producción y articulación económica, social y ambiental que nos permitan repensar los usos de los recursos, la redistribución de la riqueza y el cuidado de las potencialidades humanas", finaliza Díaz Padilla.
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