4. ¿Cómo vive una persona con discapacidad ante la contingencia sanitaria?
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4. ¿Cómo vive una persona con discapacidad ante la contingencia sanitaria?
¿Cómo vive una persona con discapacidad ante la contingencia sanitaria?
Por: LEM. Gilberto Gutiérrez Cirlos Díaz Mercado
Estamos viviendo en un momento difícil, en donde pensamos de manera constante en nosotros mismos, pero no en los demás, como otros grupos vulnerables que son los más afectados, como personas de tercera edad, mujeres embarazadas, inmigrantes, personas con discapacidad, etc. Es por ello, les compartiré unos puntos importantes a considerar para proporcionar apoyo a una persona con discapacidad cuando sus recursos se ven limitadas por los cambios que se han generado desde la aparición de coronavirus en nuestro país. La solidaridad social es algo que necesitamos actualmente para poder enfrentar la contingencia de la mejor manera, darnos cuenta de que tenemos las mismas necesidades para sobrevivir.
Las personas con discapacidad corren mayor riesgo de contagiarse del nuevo virus porque tienen varias barreras que enfrentar para poder acceder a muchos servicios y atender sus necesidades. Una de las barreras que puede presenciar una persona con discapacidad es el distanciamiento social, ya que existen personas con discapacidad que dependen de un tercero para que sus necesidades sean atendidas, pues necesitan el apoyo adicional.
Las personas con discapacidad motora requieren del apoyo de otras personas para cumplir con las medidas de prevención sanitaria, si estos no son accesibles como lavarse las manos o el distanciamiento. En esos casos, puede ser difícil por la disminución de servicios como el uso del transporte público, carencia de personas en su entorno para solicitar ayuda a subirse y/o bajarse alguna rampa mal hecha, por eso recae la importancia de compartir nuestros recursos, ya que el exponerse a las calles y lugares, tienen que tocar las llantas para manejar su silla de ruedas. En caso de tener un familiar o una persona cercana con discapacidad motora, proporcionarle ayuda en limpiar y desinfectar su silla de ruedas, bastones, andadores, ruedas, etc. antes de ingresar a su vivienda. Así como retirarles su calzado y otorgarles el material para la desinfección de sus manos.
Las personas con discapacidad auditiva, también conocidas como personas sordas batallan en la comunicación porque la alta tendencia del uso de cubrebocas imposibilita el acceso a la lectura labiofacial para ellos al requerir el uso de algún servicio, como en mi caso, asistí a una farmacia y me sentí parte de un estado de vulnerabilidad por la falta de comprensión de la cajera que traía puesto su cubrebocas. Es evidente que en estos momentos es importante conservar el uso del cubrebocas, sin embargo, también es importante utilizar otros métodos de comunicación como el uso de un papel y pluma para transmitir la información hacia la persona sorda. Incluso el uso de la lengua de señas mexicana es un idioma que no se requiere contacto personal, ni uso del lenguaje oral, ya que, con las señas, movimiento corporal, y expresiones faciales se complementa la información que se quiere dar.
Aunque, por otra parte, sabemos que la lengua de señas mexicana no se maneja en cualquier lado, en este caso, podemos utilizar la mímica, que usamos en nuestra vida cotidiana como el saludo, la despedida, la señalización de alguna cosa, etc., el hacer esos movimientos permitimos a la persona sorda el entendimiento de la información que se quiere dar, como en el caso de la farmacia, podemos señalar el medicamento, o escribirlo, así como usar los dedos para señalar el costo. Incluso, actualmente se maneja mucho el uso de herramientas virtuales o telefónicas, en estos aspectos es importante utilizar el chat para permitir que la persona sorda entienda, ya que el audio es una restricción para ellos, o también que familiares o personas cercanas proporcionen ayuda a las personas sordas a realizar alguna llamada telefónica que necesiten realizar como algún pedido. Afortunadamente existen muchas aplicaciones que pueden ser útiles para ellos como Rappi, UberEats, Sindelantal, etc., pero no todos los negocios cuentan con alguna aplicación, más que por llamadas telefónicas.
Las personas con discapacidad visual, o también conocidas como personas ciegas, pueden presenciar dificultades, porque una de sus fortalezas es el uso de sus manos a los objetos que van presenciando, o la identificación de ruidos en la sociedad le permitiría orientarse de una mejor manera como grito de niños, puede ser una escuela, el sonido de una cafetera, podría una cafetería o restaurante, etc. Entonces cuando los ruidos se van, puede ser una barrera para la persona ciega, por eso es importante proporcionarle ayuda de manera verbal para evitar el contacto físico, ayudándole a ubicarse usando un lenguaje especifico como: "a tu mano izquierda", "a tu mano derecha" o podemos usar la técnica del reloj, que es señalar el número, por ejemplo, si señalamos a su número 6, podemos hacer referencia atrás de la persona.
Para lograr afrontar la epidemia, es clave que la información sea accesible para todas las personas con discapacidad, como el uso de la lengua de señas, medios y formatos accesibles, la tecnología digital, los subtítulos, los mensajes de texto, la lectura fácil y el lenguaje sencillo.
Existen personas con discapacidad en nuestro país que tienen una gran dependencia a varios servicios que han sido suspendidos, o no cuentan con recursos suficientes para hacer reservas de comida y medicinas, o costear los precios de las entregas a domicilio. Es evidente que nos necesitamos unos a otros para poder satisfacer nuestras necesidades, como el distanciamiento social, es imposible para una persona con discapacidad aplicarlo que depende de un familiar o un tercero, que también puede contraer el virus. Necesitamos pensar más allá de nuestras necesidades, pensar en el prójimo que puede vivir situaciones muy difíciles, necesitamos ser más solidarios, más empáticos y más humanos para enfrentar la pandemia de la mejor manera, sobre todo dar lo que podamos con el corazón.
Ejercicio No. 1:
Después de haber leído el texto anterior, te invito a reflexionar sobre las siguientes:
- ¿De qué manera puedo facilitar la vida cotidiana a una persona con discapacidad? Como no estorbar las banquetas, podar bien los árboles para impedir que una persona ciega choqué con las ramas, etc.
- ¿Mi manera de vivir está perjudicando o beneficiando a las personas con algún tipo de discapacidad? ¿Y por qué?
- Si conozco alguna persona con discapacidad, ya sea familiar, algún vecino o vecina, amistades ¿Qué apoyo le puedo brindar durante la contingencia sanitaria?
Ejercicio No. 2:
Las actividades de reflexión que también puedes realizar en casa, es acercarte un poco a la realidad que vive una persona con discapacidad, te sugiero los siguientes ejercicios:
- Busca un antifaz o una tela para cubrir tus ojos y realiza actividades que haces en casa sin el sentido de la vista, como comer, ir al baño, etc., por unos minutos.
- Pintar algo sin utilizar las manos, podre ser con los pies, la boca, etc.
El objetivo es que te des cuenta de que, a pesar de tener una limitación de algún sentido, sigues conservando capacidades y habilidades de otra manera, pero puedes requerir el apoyo de alguien para lograr los objetivos.
Bibliografía sugerida:
Los libros que pueden ayudar a sensibilizarnos sobre el tema de la discapacidad son:
- El grito de la gaviota por Emmanuelle Laborit, que relata la vida de una persona sorda, compartiendo sus frustraciones y las desigualdades que fue viviendo en su país.
- A ciegas en Manhattan, una presentadora ciega de informativos en TV del mundo relata sus experiencias de vida.
Películas sugeridas:
Las películas que recomiendo para tener una mayor claridad de lo que puede vivir una persona con discapacidad son:
- Amigos Intocables, donde una amistad entre una persona con discapacidad millonario y un joven de los suburbios se desarrolla durante la película mostrando cómo una persona con discapacidad puede depender de un tercero.
- Milagro en la celda 7, es una película donde reflejará la condición de una persona con discapacidad intelectual, dándonos cuenta de la importancia de entender sus circunstancias sin juzgar, y del poco acceso que puede tener una persona con discapacidad a la comunicación, comprensión e igualdad.